El colon irritable o síndrome del intestino irritable es un cuadro crónico con tendencia a las recaídas.
Se caracteriza por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento), pudiendo acompañarse de una sensación de distensión abdominal, sin que se demuestra ninguna causa orgánica que lo justifique.
Consejos
- Coma despacio y procure masticar bien los alimentos.
- Haga una dieta pobre en grasas y rica en proteinas.
- Evite comidas copiosas. Son preferibles comidas más frecuentes y menos abundantes.
- Aumente la ingesta de agua (1,5-2 litros), sobre todo si predomina el estreñimiento.
- Evite los alimentos que usted note que le desencadenan los episodios de dolor abdominal.
- Los que más pueden perjudicarle son especias, alcohol, sopas de sobre, cacao, derivados lácteos, quesos, yogurt, bollería, pasteles, helados, mantequilla, bebidas gaseosas…
- Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Puede utilizar suplementos de salvado de trigo, mezclado con líquidos o alimentos.
- Si lo necesita, su médico le puede prescribir laxantes que aumenten el bolo intestinal.
- Si predomina la diarrea, evite los derivados lácteos, café, té y chocolate.
- Puede tomar leche de almendras.
- Evite los alimentos flatulentos y las bebidas con gas: col, coliflor, garbanzos, lentejas, coles de Bruselas, cebollas, puerros, guisantes, frutos secos…
- Realice 30 minutos diarios de ejercicio físico suave, como caminar o nadar.
- Procure mantener un horario fijo de comidas e intente evacuar siempre a la misma hora y sin prisas, preferiblemente después del desayuno.
- Puede aliviar el dolor abdominal con calor local suave.
- Evite en la medida de lo posible situaciones que le produzcan nerviosismo.
- Puede ayudarle practicar técnicas de relajación para combatir el estrés.
Fuente: Clinica Universidad de Narra